FORTALECE TU SISTEMA INMUNE
Tú puedes ayudar a tu sistema inmunológico a estar fuerte lavándote las manos con frecuencia, lavándote los dientes, comiendo alimentos saludables, haciendo mucho ejercicio, sonriendo, aplicándote todas tus vacunas y realizándote chequeos médicos regulares.
¡Uuuy!, ¿parecen muchas cosas, verdad? y seguro hay una o dos cosas de ahí que no te gustan, pero Ana y yo te vamos a decir porque son importantes.
Lavarse las manos es la mejor forma de evitar que los gérmenes entren a nuestro cuerpo. Hay que lavárnoslas después de ir al baño, después de sonarnos la naríz, después de tocar a algún animal o de jugar en el jardín, y por supuesto, antes de comer. Hay que usar jabón y agua y lavarlas durante 15 segundos.
¿Sabes cuántas bacterias están en nuestros dientes? Muchísimas, y si no te lavas los dientes después de cada comida, se quedan ahí, ¡guácalaaa !!! se multiplican y te enferman.
¿Vacunas? ¿quién dijo vacunas? Sabes, Ana le tenía mucho miedo a las vacunas, pero un día le expliqué porqué eran importantes y ahora ya no le dan tanto miedo. Te platico a tí también: te acuerdas cuando hablábamos de los antígenos? bueno, pues las vacunas tienen antígenos en una forma en la que no te van a enfermar y cuando entran a tu cuerpo, los anticuerpos se le pegan para conocerlos y guardarlos en su memoria. Así que cuando vuelves a estar en contacto con ese antígeno, tu cuerpo lo reconoce rápido y lo destruye antes de que pueda enfermarte. Que padre, ¿verdad?
A tu cuerpo y a tu mente les gusta que hagas ejercicio. Cada vez que haces ejercicio tu cuerpo produce endorfinas, son una sustancia que hacen que te sientas feliz y tranquilo, también te ayudan a dormir bien. Si haces ejercicio, ayudas a tu cuerpo a mantener un peso adecuado a tu edad, si subes mucho de peso, aumenta la posibilidad de desarrollar algunas enfermedades, como la diabetes tipo 2 y la hipertensión arterial. Sí, estas enfermedades también le pueden dar a los niños con obesidad.
¿Qué ejercicios puedes hacer? Pues puedes correr, andar en bici, nadar, bailar, patinar, jugar pelota. A mi me gusta jugar beis, ¿y a tí?
Es importante que primero platiques con tu doctor para que te diga qué tipo de ejercicio es el mejor para tí.
Sabemos que a veces no te es posible salir a jugar o hacer ejercicio porque estás muy enfermito. No te preocupes, hay otras cosas que puedes hacer para estar contento y mantener tu mente ocupada. Por ejemplo, puedes dibujar, leer, escuchar música, hacer rompecabezas, escribir cuentos o jugar juegos de mesa. Lo importante es que hagas cosas que te diviertan. Es muy bueno para tu sistema inmune que hagas cosas divertidas.
¿Sabías que el reir hace fuerte a tu sistema inmunológico? Sí, al igual que el ejercicio, se liberan endorfinas y entonces después de una buena carcajada, te sientes contento y tus músculos están relajados y se te quita la tristeza o el enojo. ¿No nos crees? trátalo y verás.
A lo mejor ahorita estás enojado o triste porque estás enfermito y no tienes ganas de reir. ¿Sabías que la sonrisa es mas contagiosa que un bostezo o que el catarro? Cuando sonríes, tu cerebro luego luego registra ese movimiento de músculos en tu cara como algo bueno y entonces se pone contento. Vamos a hacer un experimento: ponte serio y piensa en algo que te haga enojar, ahora sonríe. ¿Que pasó? luego luego se te olvidó el pensamiento feo y te dieron ganas de reir, ¿verdad?
Cada vez que puedas cuenta chistes, lee cuentos chistosos o ve películas divertidas.